lunes, agosto 27, 2012

Un juez otorga la pensión de invalidez a una asturiana que sufre síndrome químico

La gijonesa Marifé Antuña, también con fibromialgia y depresión, lleva años luchando para que le reconozcan su dolencia. Un juzgado de Oviedo le ha dado la razón

25.08.12 - 00:44 -



Marifé Antuña, en su casa de Ruedes, en Gijón, muestra la sentencia que le otorga una pensión de invalidez permanente. «Llevo años intentando que me reconozcan la enfermedad. En todo este tiempo me han tratado como si estuviera loca», recuerda. :: CITOULA
El roce de su piel con un simple jabón o aspirar por equivocación el perfume de un desodorante pueden llevar a Marifé Antuña a la UVI de un hospital. Ya le ha pasado. Hasta los medicamentos son para ella peligrosos. Esta asturiana de 50 años y residente en la parroquia de Ruedes, en Gijón, sufre lo que se conoce como síndrome de sensibilidad química múltiple (SQM), una extraña enfermedad, generalmente ignorada por el grueso de los médicos y de la Administración, que hace que su cuerpo reaccione de forma alérgica a un inmenso listado de productos y agentes químicos presentes en el medio ambiente. Desde champús, detergentes, suavizantes o cremas. Incluso, alimentos.
Marifé suele vivir pertrechada tras una mascarilla. Es su único filtro para poder salir al exterior y que su cuerpo lo soporte al menos unas horas. Esta docente, que tuvo que abandonar su trabajo de educadora infantil debido precisamente a esta patología, lleva años luchando para que la Seguridad Social le reconozca su dolencia. Su peregrinaje ha sido largo y tortuoso. «Me han tratado como si estuviera loca», se queja. En 2008, cuando un empeoramiento de su cuadro le llevó a su primera baja laboral, empezó su particular calvario. En este tiempo ha pasado por cuatro tribunales médicos en Asturias. Todos determinaron que estaba apta para trabajar. Pero ahora, un juzgado de Oviedo, el de lo Social número 1, le ha dado la razón. «La actora no se encuentra en condiciones de realizar ningún tipo de actividad laboral reglada», reza la sentencia emitida el pasado 31 de mayo y que ya ha adquirido carácter de firme al no presentar recurso el Instituto Nacional de la Seguridad Social. En el fallo, la magistrada María del Pilar Muiña Valledor reconoce la gravedad de la situación vital de Marifé. «Presenta una pluripatología que no es de nueva data pero que ha evolucionado de forma desfavorable hasta producir limitaciones para el desempeño de su profesión de cuidadora».
Apenas sale de casa
Según recoge el documento judicial al que ha tenido acceso EL COMERCIO, la afectada no sólo padece sensibilidad química ambiental, sino también fibromialgia «en grado intenso, III», unido desde hace nueve años a un síndrome de fátiga crónica asociado a una encefalomielitis mialgica, una enfermedad con más de cien trastornos y que suele producir un 80% de incapacidad. En 2011 se le diagnosticó oficialmente sensibilidad química ambiental. Para ello, Marifé tuvo que acudir a médicos de fuera de Asturias. En concreto, a la unidad de fatiga crónica del Hospital Clinic, de Barcelona, donde le ratificaron lo que muchos reumatólogos, neurólogos y psiquiatras le negaban hasta entonces: lo suyo era una enfermedad «y no algo que mi cabeza se había inventado». Todo esto le ha provocado «una depresión grave, de mala evolución, que le produce angustia, y que hace que solo salga de su casa para acudir a consultas médicas», detalla el fallo judicial.
La sentencia del juzgado ovetense es una de las primeras en reconocer como enfermedad invalidante el síndrome químico ambiental. Además, la jueza toma en cuenta el documento de consenso que sobre la SQM elaboró hace ya algún tiempo el Ministerio de Sanidad. Se trata de un protocolo de actuación «desconocido por los médicos y abogados», abunda la afectada.
Revisión cada dos años
Eduardo López Suárez, letrado de la Liga Reumatológica Asturiana que defendió el caso de Marifé Antuña, destacó la importancia de la sentencia «ya que valora un conjunto de enfermedades entre las que se encuentra el síndrome de sensibilidad química ambiental». El letrado asegura que la sentencia del juzgado de lo Social de Oviedo es una de las primeras en este sentido. «Son dolencias de difícil objetivación, de ahí que los jueces rechacen muchos casos, ya que para declarar una invalidez permanente tienen que tratarse de enfermedades altamente incapacitantes», explicó. En cualquier caso, la Seguridad Social mantiene el derecho a revisar el caso cada dos años hasta que Marifé llegue a la edad de jubilación.
Otra noticia en prensa:  
MARIFÉ VIVE EN GIJÓN, EN RUEDES, Y PADECE SENSIBILIDAD QUÍMICA Una vida detrás de la mascarilla Marifé Antuña vive enfundada en una mascarilla porque sufre sensibilidad química ambiental, una enfermedad de la que solo se conocen dos casos en Asturias. Ella lucha para se reconozca su dolencia 29.01.12 - 02:43 -LAURA FONSECA |

4 noviembre 2009: Necesitamos Megafonía
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Felicidades a Marifé por ese reconocimiento. Lástima que tuviera que irse a Barcelona para tener unos informes contundentes. Esperemos que en la revisión dentro de dos años no se la quiten como por otra parte están haciendo con tantísima gente (a otros nos curan los jueces y luego aun con propuesta de IPA de inspección, algo muy difícil de conseguir, se las apañan para dejarlo sin efecto y más tarde, proceder como hacen por sistema, denegándolo todo y abocandote a ir a juicio, juicios que sistemáticamente en Asturias.- salvo casos contados y algunos de ellos previo unte.- son contrarios a los enfermos.- enfermas más bien). 
En las fechas que le reconocieron a Marifé su IPA, salió mi juicio(el iniciado tras el cáncer de mama y tras la propuesta de la inspectora) en el que me denegaron todo después de que hacía un par de meses la inspectora me hiciera la propuesta y el inss no entrara a valorar al no estar  de alta en la Seguridad Social (que me sacaron de ella y ni de avisarme fueron capaces) (como sabéis yo en el 2009 tenía una IPA que me quitaron los "jueces" completamente por un recurso (nuevamente del inss) que se cruzó con mi prórroga(en la que de aquella, año 2008 contaban jubilarme). 
Fui la primera "curación judicial"(incapacidades absolutas a las que curan los jueces y ni total dejaron. Luego vinieron más y de ellas fui hablando en el blog). 
Ya sabéis quienes pagamos la crisis(de aquella eramos la 8ª potencia mundial.  O eso decían).


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