El presidente de la Organización Nacional de Trasplantes,
Rafael Matesanz, sacó ayer de nuevo a debate la recomendación de su
departamento de eliminar cuatro de las 18 unidades de trasplante
cardíaco del país, aunque recordó que son las comunidades autónomas las
que han de tomar la decisión. Esa recomendación está incluida en el
documento 'Criterios de planificación de trasplantes', que establece
como «deseable» un máximo de 20 trasplantes anuales por equipo y «en
ningún caso», menos de 15.
Hay seis centros en España que no han llegado a esos 15 y
entre ellos está el del Hospital Universitario Central de Asturias
(HUCA), lo que ha encendido las alarmas en la región. Matesanz apuntó
que esa reducción no pretende ahorrar, sino racionalizar el servicio y
contar con «unidades de trasplante más fuertes que sirvan de referencia a
su región y a las vecinas».
La Consejería de Sanidad del Principado recordó ayer que
«hemos adquirido con los ciudadanos el compromiso de no reducir nuestra
cartera de servicios y este cumplimiento sigue vigente». El Ejecutivo
asturiano asegura desconocer el documento técnico sobre el que trabaja
el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, pero añade
que «por encima de las ponencias técnicas están las decisiones políticas
y nuestro compromiso nos obliga a mantener nuestra actual cartera de
servicios y a conseguir que éstos se presten con las mejores garantías
de calidad para los ciudadanos».
Más tajante fue ayer el coordinador regional de
trasplantes, Jesús Otero, quien informó de que la unidad asturiana
realizó el año pasado 16 trasplantes de corazón y que en lo que va de
año lleva 12. Otero apuntó que «para tomar este tipo de decisiones,
además del criterio numérico hay que hablar de otros, como el
geográfico. ¿Dónde tenemos que mandar a nuestros pacientes?».
El doctor Otero rebatió que la unidad de trasplantes
cardiacos sea cara, porque «con lo que las comunidades autónomas y el
Estado se ahorran al año en diálisis gracias a los trasplantes de riñón,
se pagan todos los trasplantes». Según los datos que aportó, la
diálisis cuesta unos 50.000 euros anuales por paciente y se calcula que
se ha realizado este tipo de trasplante a unas 4.000 personas. Es más,
Jesús Otero aseguró que «en Ecuador estamos formando a cirujanos para
que hagan estos trasplantes, porque son más baratos que la diálisis».
Mañana está prevista una reunión del Consejo
Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y es posible que este
asunto vuelva a ser abordado, aunque en principio no estaba previsto.
Asturias acudirá al mismo con armas convincentes, pues desde la creación
de la unidad del HUCA se han realizado 242 trasplantes de corazón y la
media de los últimos años es de 16,1 trasplantes. También se han
realizado 50 trasplantes renales: «Solo con lo que hemos ahorrado en
diálisis con esos trasplantes pagamos todos los que hemos hecho y nos
sobra dinero», aseguró Jesús Otero, quien incluyó también el coste de
300 euros anuales del tratamiento de inmunosupresión que se aplica a los
trasplantados.
Por ello, el coordinador regional acudirá a la reunión con
cuatro planteamientos: «Madrid no es quien para decir qué departamentos
cerrar, es algo que compete a las comunidades autónomas, no es un
servicio caro y no estoy de acuerdo con cerrar estos programas, ni por
causas económicas ni por cualquiera otra».
La unidad de trasplantes del HUCA nació en 1983 y fue
pionera en España en materia de corazón. Este servicio ha sido puesto
como ejemplo para desarrollarlo no solo en nuestro país, sino también
enla Unión Europea y en los Estados Unidos, ya que está considerado uno
de los más punteros. Desde su inicio, se realizaron alrededor de 2.000
trasplantes, de los que 242 fueron de corazón. El año pasado se cerró
con 50 trasplantes de riñón, 27 de hígado y 16 de corazón. También se
enviaron a otros centros ocho pulmones y dos páncreas.