Su bebé tiene leucemia linfoblástica. Y parece ser que el sistema de salud de allí tienen prestaciones distintas según a cual pertenezcas. En éste caso, a éstos padres les perjudica ser de clase media y no baja y tener, además, la mala suerte de que ninguno de los familiares es compatible para un posible trasplante de médula ósea, por lo que tienen que recurrir a células madre importadas desde USA.
Miércoles 5 de Mayo de 2010 | ||
Fuente :La Segunda | ||
Cristóbal tiene un año y nueve meses, sufre de leucemia linfoblástica aguda y podría morir en corto tiempo de no recibir ayuda. | ||
Una carrera contra el tiempo y con recursos muy, muy limitados, es la batalla que da desde hace un año Carolina Jarpa (34) para salvar la vida de su hijo Cristóbal, de un año y nueve meses de edad. El menor sufre de leucemia linfoblástica aguda —detectada al poco tiempo de nacer— y necesita un trasplante de médula ósea. El problema es que ni ella, ni su marido ni su otro hijo, de cuatro años de edad, son compatibles con el menor. La única posibilidad es conseguir células madre desde un banco en Estados Unidos, procedimiento que supera los $ 18 millones... con los que no cuentan (sin contar la hospitalización, que suma otros $ 6 millones). La triste sorpresa “Cristóbal empezó con una erupción cutánea en un brazo que tenía mal aspecto. Lo llevamos al médico, lo encontraron anémico y le hicieron una transfusión”, recuerda Carolina. Dos semanas después vino el desalentador diagnóstico: “Fue muy chocante. Lo primero que pensé en ese momento fue en la muerte (...) Pero el mismo sistema te obliga a reaccionar rápido: tienes 48 horas para presentar el diagnóstico ante la isapre, y el Auge también te exige ese plazo. Me tuve que sacudir la pena, dejarla de lado y reaccionar”. Desde ese día comenzó el ir y venir a la clínica y los períodos de internación para el pequeño. El tratamiento, cuenta Carolina, cuesta cerca de $5 millones anuales, lo que costea —a duras penas— con su sueldo de profesora y con el de su marido, administrativo en un colegio. “Somos de clase media”, dice. La recaída... “fue peor” El pequeño logró estabilizarse, pero “el doctor mandó a hacer los exámenes y mostraron que había una recaída”, relata. “Fue peor que la primera vez. Ahora sí es el trasplante o ninguna posibilidad de salvarlo...”, dice, con la voz entrecortada. Ningún pariente es compatible. ¿Dónde buscar? La única opción podía ser traer células madre desde un banco de células de EE.UU. “Comenzamos los trámites y en el camino me enteré de que la isapre no cubría nada del costo (de traer a Chile) el cordón (con las células madre). Sólo traerlo cuesta casi $18 millones. En el sistema público, en el Hospital Calvo Mackenna, a las personas que necesitan un cordón cuentan con la ayuda de la fundación St. Judes Children Hospital. Además, el Auge no cubre ningún costo de trasplante si el donante no es familiar”, explica. “Es tan injusto... por qué la isapre no cubre nada de esto si mi hijo está acogido al Auge y la única diferencia es que se atiende por isapre”, dice. Por lo mismo, a inicios de este año comenzó un peregrinar —isapre, Ministerio de Salud y hasta cartas a la ex Presidenta Michelle Bachelet y al actual mandatario, Sebastián Piñera—, pero de vuelta sólo negativas. Cristóbal consiguió células compatibles en Estados Unidos. “Se interna (para el trasplante) la próxima semana”, dice, a pesar de que, a la fecha, no cuenta con financiamiento para la intervención. “Pero lo internaré igual...”, dice. “Sólo pasa por mi cabeza lo insólito de algunas cosas en este país... como el que mi hijo de un año no tenga los mismos beneficios, el derecho a la vida, que el de otros niños” de menos recursos, se lamenta. |
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