El alcireño Juan Vilas lleva 21 días en huelga de hambre para conseguir la invalidez laboral por fibromialgia y ya ha perdido 10 kilos
«La activista saharaui y un etarra consiguieron lo que pedían del Gobierno de España y yo quiero lo que me toca por 39 años cotizados», explica Vilas.
Ya son 21 días los que lleva en la calle luchando contra el hambre y contra el frío y unos diez kilos los que ha dejado por el camino en esta dura batalla, aunque esto no le obsesiona, ya que tiene claro que va a llegar hasta el final.
«Voy a llegar hasta las últimas consecuencias», sentencia este alcireño. Y añade que «prefiero morir luchando que vivir en un rincón de mi casa humillado y esperando una caridad del Gobierno».
Pero para evitar llegar a esos extremos, la alcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, y la concejala de Sanidad, Mercedes Bañeres, han visitado a Juan para preocuparse por su estado de salud e intentar convencerle de que abandone.
«La concejala me aseguró que Camps está pendiente de mi caso y que a principios de año hablaría con el conseller de Sanidad», manifiesta Vilas. Pero han habido comentarios más duros que no le han gustado. «La alcaldesa me dijo que no era tan importante como otros para que me apoyaran los medios de comunicación y que desistiera».
Sin embargo, Juan está harto de palabras, lo que quiere son hechos que por el momento no llegan aunque él tiene claro que la batalla la tiene ganada pase lo que pase. «Si me dejan morir en mi lucha me habré convertido en un mártir, al ser el primero en morir peleando por el reconocimiento de la invalidez», afirma Juan.
Pese a la rotundidad de sus palabras, la única respuesta de la Administración autonómica que es la encargada de gestionar las incapacidades ha sido que reenviarán su petición a la delegación correspondiente. Pero esta misma respuesta ya la recibió en septiembre sin ningún resultado.
Por lo que la desilusión se suma al cansancio propio de estar 21 días en la calle sin comer. «Sólo tengo ganas de acostarme pero tengo que resistir», comenta pese a que su estado de salud no le preocupa.
Por lo que la desilusión se suma al cansancio propio de estar 21 días en la calle sin comer. «Sólo tengo ganas de acostarme pero tengo que resistir», comenta pese a que su estado de salud no le preocupa.
Mucha fuerza de voluntad es la que necesita para seguir adelante aunque a veces se ve truncada por los síntomas de la fatiga crónica y fibromialgia que le diagnosticaron hace más de dos años y que algún día le han obligado a quedarse en la cama.
Juan tiene claro lo que hará cuando consiga la incapacidad laboral, «beberme un café caliente porque no podré comer con normalidad hasta que pase un tiempo», comenta esperanzado.
Un final feliz que espera con ilusión aunque los días pasan y el frío y el cansancio merman el ánimo de este alcireño que no parará de luchar hasta conseguir ganar esta batalla a la administración. Una batalla para que la fibromialgia que sufren cientos de valencianos sea reconocida en materia de pensiones por incapacidad laboral.
Publicado hoy mismo en Las Provincias:
http://www.lasprovincias.es/20091230/comunitat/llegare-hasta-final-para-20091230.html
Qué no es importante para merecer atención?? Manda huevos!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarYa ves Anna, ni él es importante ni el resto lo somos para la Administración(basta ver el "caso" que nos hacen y lo "en serio" que se tomaron lo del XRMV).
ResponderEliminarClaro...¡como no creamos alarma social.... y además somos invisibles!.
¡Que país!.
OHMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM